Todo el mundo sabe en Corral de Calatrava lo importante que es para la Semana Cultural el Grupo Popular de Teatro. El origen y el crecimiento posterior de esta Semana grande de Agosto de Corral van paralelos a lo largo de estos 43 años. Así ha sido en todas sus ediciones y es lógico que el martes de cada “Semana” se viva con expectación. No obstante el Grupo Popular de Teatro de Corral de Calatrava condensa en los casi cincuenta años de su trayectoria la esencia cultural de este pueblo. Y así fue como un año más correspondió el público corraleño acudiendo a ver la propuesta que Antonio Hernández, el director del Grupo, había producido y dirigido para este año. Más de 700 personas se dieron cita en el gran día del Teatro de la Semana cultural.
Ya es notorio y digno de ser valorado que se involucrara a una treintena de personas entre actores, actrices, músicos y técnicos para llevar a cabo una representación teatral como Lysístrata de Aristófenes representada este martes. Pero resulta encomiable cuando para una misma función, se consigue además juntar a individuos de diferentes edades y generaciones. Ahí radica el valor y la importancia que el Grupo Popular de Teatro tiene para Corral de Calatrava, una herramienta de dinamización social y comunitaria que después de casi cincuenta años sigue siendo necesaria para un municipio que tiene la cultura por bandera.
Este pasado martes 17 paisanos y paisanas del pueblo, -de diferentes generaciones- arropados por un grupo de músicos de la Agrupación local y apoyados por técnicos, modistas y utilleros, se subían al escenario después de varias semanas de ensayos y aprendizaje para dar vida a un discurso escrito hace 2500 años. Y lo hacían bajo la dirección y particular visión de Antonio Hernández sobre la versión que de la obra clásica había hecho Alfonso Nieto. Lysístrata no es un texto fácil de representar: Mujeres atenienses que, cansadas de que sus maridos las abandonen para ir a hacer la guerra, deciden rebelarse y tomar la Acrópolis, retener el dinero para la guerra y no dejar acercarse a los maridos a ellas , mientras no depusieran las armas y se hiciera la paz entre los ejércitos enemigos. Lysístrata convence mediante juramento al resto de mujeres de que no mantendrían relaciones sexuales con sus esposos, mientras no depusieran las armas. Una huelga de sexo en toda regla. Este es el esqueleto de la obra, en el que se basó su director para prescindir del resto de discursos que forman parte de la cultura de la época .
Lograr una función digerible, entretenida y ágil a la vez que se intenta mantener el discurso pacifista y feminista que sobrevuela toda la función y que a su vez sea entendible por todo el público, no es tarea sencilla. Para lograrlo se optó por la fórmula cómica del metateatro (el teatro dentro del teatro) recurriendo a ironías, situaciones pícaras y graciosas para despojar del texto de Aristófenes los conflictos personales de cada uno de los personajes y la parte más cruda que habla de la miseria que deja la guerra entre ruina, viudas, huérfanos y desolación.
Para esta parte de la obra estuvo inteligentemente bien utilizadas las tres pantallas de leds ubicadas sobre el escenario en las que eran proyectadas imágenes con las que subrayaron a lo largo del montaje el mensaje final que Hernández quiso destacar en la función: “no a la guerra” .
Pero reivindicar el triunfo de la razón femenina sobre la sinrazón de los hombres , con un discurso pacifista y feminista a la vez, manteniendo el equilibrio de no caer en un argumentario fácil y políticamente manoseado era tarea más difícil aún. Y para ello gracias a la comicidad pretendidamente buscada , se consiguió la complicidad del respetable con guiños caricaturescos a la actualidad local introducidos de manera forzada ( para comentar los retrasos de la obra de la residencia, la visita de las ministras al centro de salud de la localidad, el pasado teatrero del Alcalde… o el conflicto populista de la inmigración entre otros asuntos…) .
Las partituras interpretadas en vivo por la decena de músicos de la Agrupación musical de Corral de Calatrava fueron acertadamente seleccionadas y perfectamente acotadas para realzar las escenas que suponían una transición en cada fase de la obra.
No hay nada que reprochar al trabajo actoral de un grupo amateur de diferentes edades que se implican y se comprometen a las órdenes de su director para llevar a cabo un acto cultural, que al final fue valorado y aplaudido por todos. El objetivo era entretener , hacer reir y de paso mirar y reflexionar aunque solo sea de reojo, a lo que está ocurriendo más allá de nuestras fronteras. Objetivo cumplido ¡Viva El Grupo Popular de Teatro de Corral de Calatrava!
LYSISTRATA:
Ainhoa Morales CLEONICE:
Sofía Cárdenas LAMPITO:
Marta Hernández
MIRRINA: Diana Fernández MADELIA: Paqui Gómez LAIRA: Lucía Morales DARÍA: Ángeles Bastante ADARA: Cristina Vera
Personajes MASCULINOS
CINESIAS: Rafa Castellanos CORIFEO: Romualdo Agenjos COREUTA: Paco Morales COMISARIO: Óscar Fernández EMBAJADOR: Ángel Fernández HERALDO: Daniel Jiménez SOLDADOS: Paz García, Pedro Hernández
Director: Antonio Hernández Adaptación: Alfonso Nieto.
EQUIPO TÉCNICO VESTUARIO: Sara Mora Reyes Palomo
AUDIOVISUALES: Santi Bastante
ILUMINACIÓN: G.P.T.
REGIDORES: Carmen Muñoz Ángel Fernández
MÚSICA EN VIVO Arreglos y dirección musical: Carlos V. Rodríguez María López
MÚSICOS: Noelia Vigara, Manuel Romero, Óscar Morales, Óscar Fernández, Lucía Morales, Mariví Maestro, Ana Rivera, Claudia Marín.
Fotos: Gemma Pérez González