¿Sabías que Corral de Calatrava en los años 40 del siglo XX llegó a tener tres bodegas de vino, dos almazaras de aceite, una fábrica de harinas, una fábrica de gaseosas, tres fábricas de productos alimenticios, una central eléctrica y una fábrica de hielos? Fueron los años de expansión industrial en plena postguerra, entre 1940 y 1950, cuando Corral de Calatrava alcanzó incluso el mayor crecimiento demográfico de su historia con 2541 habitantes.
Son datos recogidos por el catedrático de la UCLM Francisco Alía Miranda en la presentación del Cuaderno de Corral de Calatrava “Paisaje e Industria del territorio” escrito por Diego Peris. Un libro en el que el doctor arquitecto muestra un panorama industrial prácticamente desaparecido, al que el pueblo ha sobrevivido gracias al vigor de sus gentes y al trabajo de sus ciudadanos que han sabido adaptarse a las nuevas condiciones. La primera mitad del siglo fue de constante crecimiento demográfico porque también fue un siglo de continuo crecimiento económico, a excepción de los años de la Guerra Civil (1936-1939).
En las primeras décadas, Corral, pueblo eminentemente agrícola, supo adaptarse a los nuevos cultivos, esos que privilegiaron los regímenes de la Restauración y de la Dictadura de Primo de Rivera: el vino, el aceite y los cereales. Para estos últimos, la I Guerra Mundial supuso una gran oportunidad que no se desaprovechó. Para el vino, la filoxera en Francia motivó el nacimiento de lo que se ha conocido como la Edad de Oro de la viticultura española. En 1910, Corral cultivaba 4119 hectáreas de cereales, 311 de olivar y 145 de vid. En torno a la vid y el aceite se crearon bodegas y almazaras que se sumaron a las fábricas de tejas y ladrillos que ya existían en 1845.
Un signo de modernidad fue la llegada de un camión en 1943, que se sumaba a un coche particular y un taxi que ya había en el pueblo. En 1958 se contabilizaban cuatro camiones, ocho automóviles y 16 motocicletas.
Una etapa de crecimiento floreciente que empezó a decaer a partir de los años 70, con la pérdida de habitantes debido a la emigración y ésta por la pérdida económica de las industrias piloto y la pérdida del protagonismo de la agricultura, que provocó la pérdida de población activa en todo el país por la introducción de la tecnología.
Hoy día Corral de Calatrava con una población estable mira al futuro con optimismo, por ser un municipio que ha sabido vencer las dificultades, bien comunicado y dotado de los servicios necesarios para que su millar de vecinos puedan disfrutar de unas condiciones y calidad de vida, en muchos casos envidiable.
El próximo martes día 11 a las 20 horas en el Centro de Juventud será presentado el libro “El mundo rural y la desamortización del Siglo XIX en Corral de Calatrava” escrito por Ángel Ramón del Valle Calzado, formando así parte de la colección de “Cuadernos de Corral de Calatrava»