Este sábado 29 de julio en el Laurel Jazz:
Hay un condado imaginario en el Campo de Calatrava, entre Corral, Caracuel, Pozuelo y
Ballesteros, llamado Alabama de Calatrava. Posee un paisaje único, por inventado, que incluye
parte de los pantanos sureños y las montañas rocosas, así como extensas praderas y lagos como
mares que se extienden hasta el horizonte. La fauna, inexistente, incluye peligrosos caimanes en los
pantanos y soberbios búfalos en las llanuras. En medio de este paisaje sobrenatural, unos indígenas
blueseros y pendencieros comenzaron a destilar una música extrañísima; pronto salieron de la
reserva y comenzaron a tocar para otras tribus del Campo de Calatrava, que fascinados, empezaron
a marcar el ritmo con los pies.
La banda del mismo nombre está formada por miembros del cabildo de esta comarca, que
tienen además el orgullo de presentar las mejores tradiciones del folklore de la zona. Sucede, y es
un hecho constatado, que en Alabama de Ctva se da una de las mezclas más peculiares de músicas
de raíces como el blues, soul, jazz y funk. No sabiendo nadie cómo y cuándo comenzó tan extraña
combinación de ingredientes foráneos, ni en qué momento se hicieron pasar por tradiciones de
mítico ancestros, la banda ha conseguido forjar un sonido propio, y bebiendo de todas estas
fuentes, hacerlo pasar por la auténtica tradición legada por ancestros indómitos y orgullosos: el
blues del Delta, el soul sureño, Stax y Motown.
Blancos por fuera y negros por dentro, el grupo está liderado por la imponente voz de Pepa
Lara, oriunda del reino de Tomelloso, contando además con la pericia instrumental de Regino
Ayllón al bajo, Pepe Espinosa al teclado, Pepe Alcaide a la batería y Manu Goiburu a la guitarra.
Todos músicos con una larga trayectoria que se pierde en la memoria de los tiempos, alternan temas
propios con originales versiones de temas de raíces, en los que se mezclan Otis Redding, Stevie
Wonder, The Temptations, Ray Charles, el blues tejano y el funk terroso de New Orleans, una
mezcla aderezada con una pizca de jazz y saturado en su justo punto.
Desde la reserva de Alabama, llevamos al mundo un nuevo espectáculo que propulsado por
la máquina rítmica Ayllón-Alcaide, sienta unas sólidas bases sobre las que Espinosa y Goiburu tejen
sus hipnóticas armonías y Pepa Lara atraviesa con su singular fraseo. Allá vamos