900 personas vibraron anoche en el festival Choorock de Corral de Calatrava, en el marco de su 45º Semana cultural gracias a los grupos Obús, Tarque, Hamlet, La excavadora, Ratas y Noprocede. Hoy se celebra el Día infantil y esta noche el Auditorio acogerá la representación de “La línea recta” a cargo de la compañía de Puertollano 300 Alas blancas.
Todo transcurrió como estaba previsto en un ambiente tranquilo y animado pero sobre todo roquero. El festival Choorock comenzaba sobre las 20,30 horas con una “chorizada” en la que no faltaron ricas morcillas y chorizos para todos los asistentes; público de todas las edades, desde niños hasta adultos llenaron el espacio exterior de “La Villa” llegados desde todos los rincones de la provincia y otros lugares de la geografía nacional.
La noche la abrió el grupo Ratas, al que siguió el grupo Obús, que con su cantante Fortu a la cabeza, demostró que la edad solo es un estado mental y para nada un impedimento. Derrocharon vitalidad, garra y entusiasmo y consiguieron animar a todo un auditorio.
Tarque y la asociación del Riff transmitieron un sonido inconfundible gracias a su vocalista Carlos Tarque, cantante de MCLan y el punto más heavy metal de la noche llegó con el sonido gutural de Hamlet, que reunió a todos sus seguidores. El festival cerró de madrugada con La Excavadora y Noprocede.
Hoy se celebra el Día infantil con actividades como el Día de la bicicleta que ha tenido lugar esta mañana por la calles de la localidad y una ruta cicloturista de 25 kilómetros para los adultos. Esta tarde a las 20,30 horas tendrá lugar la tradicional ofrenda floral a la Virgen de la Paz en su ermita y a las 22 horas en el Auditorio la compañía 300 Alas Blancas, a cargo de la puertollanera Ana Torres, pondrá sobre el escenario “La línea recta”.
La obra cuenta la historia de Antonia Díaz Bejarano, una niña nacida en un pequeño pueblo de La Sierra del Segura, que se cuestionó el mundo a través del pensamiento lateral creativo antes de que éste fuera formulado por la psicología moderna. Una pieza teatral apasionante y multidisciplinar, sostenida en su poder para formular grandes preguntas, sirviéndose de la autoficción y del Teatro Documento ficcionado. ¿Cuándo fue que dejamos de brincar por los caminos para caminarlos en línea recta?
La compañía 300 Alas Blancas cree firmemente en el poder de contar historias; en que la narrativa no es otra cosa que la capacidad que tenemos de contarnos a nosotros mismos, como individuos, y como sociedad. Así nace este relato de una niña en un medio rural, que podría ser cualquiera de nosotras mismas en su misma situación, con sus preocupaciones, sus alegrías, y su día a día, pero con la particularidad de haberse sentido diferente por haber mirado el mundo a través de los ojos de la creatividad, de la posibilidad y de un abanico más amplio que el de los paradigmas asumidos por el mundo adulto.